BLOG OFICIAL DE LA HERMANDAD DE LOS MUCHACHOS DE CONSOLACIÓN DE UTRERA

Comenzando por su exterior, la fachada principal presenta, como elementos más importantes, la torre y la portada. La primera está compuesta por un solo cuerpo rematado con chapitel, que está revestido de cerámicas que representan, en cada uno de sus lados, a diversos santos como San Fernando ySan Francisco de Paula. En el último tramo de dicha caña se aloja el campanario, que contiene cuatro campanas que se pueden voltear a la manera utrerana.
La portada es de estilo protobarroco. Está compuesta por un vano de ingreso, flanqueado a cada lado por un par de columnas toscanas sobre plinto o pedestal. En cada intercolumnio se aloja una escultura, del padre fray Bernardo Boil y San Isidoro de Sevilla, realizadas, en 1635 por el artista Alonso Álvarez de Albarrán. Sobre las columnas apoya un entablamento que soporta un ático cuyo aspecto es fruto de una intervención realizada entre 1891 y 1892. En ella se introdujeron las pirámides herrerianas de los laterales y los azulejos que representan a la titular del convento, a San José y a San Joaquín.

El interior del santuario está dividido en dos partes. La primera es un atrio de entrada, con cuatro columnas de mármol de Carrara que sostienen un coro realizado, a mediados del siglo XVIII gracias al patronato del que fuera provincial y general de la orden Mínima, fray Juan Prieto, que había hecho voto perpetuo de estar siempre en este convento. Cierra el conjunto un magnífico cancel, de estilo Neomudéjar, realizado y firmado por el polifacético artista utrerano Francisco Escamilla Rodríguez en 1892.

La planta de la iglesia forma una gran cruz latina de setenta metros de largo. Parece que, originariamente, su morfología era de raigambre mudéjar. Según el fraile Francisco Tamayo, las trazas fueron ejecutadas por fray Pedro de Pineda. En la actualidad todo el conjunto se encuentra muy transformado por una restauración llevada a cabo entre 1891 y 1892 gracias a la generosa aportación de Enrique de la Cuadra, uno de los personajes más importantes en la historia de Utrera, que invirtió en ellas una elevada cantidad. Las obras, dirigidas por el ingeniero Miguel Murube Galán, le dieron al recinto un aire neoislámico, propio de la mentalidad postromántica del señor Cuadra, como se puede ver en la que fuera su residencia, actual ayuntamiento de la ciudad y antigua casa del Conde de Vistahermosa, propietario de la ganadería que ha sido germen y pilar del toro bravo en el mundo.
De esta época son los zócalos, realizados en el sevillano taller de los hermanos Mensaque; el púlpito, obra de la fundición San Antonio de Sevilla; la solería, de mármol de Carrara, así como las pinturas y vidrieras de temas moriscos, de Francisco Escamilla que contó con la colaboración de varios oficiales del taller de Antonio Cavallini, pintor de origen italiano afincado en Sevilla. Al mismo artífice utrerano, se debe la realización de las armaduras del crucero.

Sin embargo, la obra más destacada de todo el santuario, excluyendo a la imagen de la Virgen, es su magnífico artesonado mudéjar, joya de la carpintería de lo blanco andaluza, realizada por el astigitano Gregorio Tirado, en 1578. Su importancia radica no solo en su gran calidad, sino también en su tamaño, ya que ocupa toda la nave principal, y su estructura, formada por cinco paños a pesar de colocarse bajo una techumbre a dos aguas.
Completan el conjunto de la iglesia tres retablos. El mayor, donde se aloja la Virgen de Consolación, es una obra de la primera mitad del siglo XVIII atribuida a Juan de Brunenque. Está compuesto por sotobanco, banco, un cuerpo y ático, todo articulado en tres calles. En los soportes se combinan grandes columnas de rica decoración, con el tercio central salomónico, y estípites. Su programa iconográfico se divide en dos partes. En el cuerpo principal, las representaciones de San José, San Joaquín, la Anunciación y la Visitación, aluden a la genealogía temporal de Cristo.

La pertenencia del convento a la Orden Mínima condiciona la iconografía del ático, con un alto relieve de San Francisco de Paula renunciando a la mitra, flanqueado por dos santos mínimos, de bulto redondo, cuya identificación es difícil debido a la pérdida de sus signos parlantes.
Los dos retablos ubicados en los extremos del crucero fueron realizados a mediados de la decimoctava centuria. Presentan un esquema similar, con banco, sotobanco, un cuerpo y ático,articulados por estípites. Tienen la particularidad de estar policromados en oro y color verde. El ubicado en el lado de la Epístola está dedicado a San Francisco de Paula, materializado en una escultura de candelero de gran calidad, de similar cronología. Dicho santo posee una túnica de la época, ricamente bordada en oro. A los pies de este altar se encuentra el panteón familiar de los Marqueses de la Cueva del Rey, patronos del convento. Justo enfrente está el dedicado al Cristo del Perdón, obra manierista que se encontraba en el santuario en 1603. Esta talla forma una Deesis o Calvario con las imágenes de la Virgen y San Juan Evangelista. Además, hay otras esculturas como las dedicadas a San Pedro y San Pablo, pilares de la Iglesia o un relieve de la Trinidad coronando el conjunto. El Cristo es, desde 1956, titular de nuestra hermandad junto a María Santísima de la Amargura, obra del siglo XIX donada por María Mateos Iñigo y que se encuentra ubicada a los pies del Señor.
Antonio Cabrera Carro



Hermandad de los Muchachos de Consolación
Paseo de Consolacion s/n.
41710 - Utrera (SEVILLA)

Santuario 2011

Santuario 2011
Obra de D. Javier Fernández Ayala

Colabora con Nosotros

Necesitamos tu ayuda para construir nuestra Casa de Hermandad.
Colabora con nosotros dándonos tu donativo en:

CAJA MADRID

Nº 2038-9838-09-6000135386

Esperamos tu colaboración!

GRACIAS

Noticias de la A. Musical

Equipo del Blog

Director
-Fco. Caro García

Redacción
- Alberto Leal Ruiz
- J.M. Doblado Lara